Ser consciente de tu subtono de piel no solo te facilitará el proceso de elegir correctamente el tono de tu base o polvo, sino que además te ayudará a agregar colores a tu maquillaje o prendas y arriesgarte con combinaciones inimaginables que te harán lucir como un diamante.
1. Identifica el subtono de tu piel

Con un subtono frió predominan los tonos azules en las venas de la parte inferior de tus muñecas, si ves tonos verdes y azules probablemente tengas un subtono neutro pero si tu subtono es cálido predominarán los tonos verdes.
2. Método oro/plata

Si con las venas no lo ves tan claro opta por probar como responde tu piel frente a distintos colores. Piensa objetivamente: Si te quedan mejor las joyas de oro que las de plata, tu tono de piel es cálido, pero si por el contrario te favorece más la plata que el oro, probablemente tu tono de piel sea frió.
3. Método naranja/rosa

También puedes comprobar como responde tu piel ante los tonos rosados y naranjas. Mirate frente al espejo, preferiblemente con luz natural y mira con cuál de los dos colores te ves más favorecido. Si el rosa te hace resplandecer, es que perteneces al grupo de los tonos frios y por el contrario, si es el naranja con que el color que te ves empoderada perteneces al grupo de los tonos cálidos.
4. Ubica tus colores en el circulo cromático
Esta no es una regla pero sin duda hará más sencillo el proceso de combinar colores y elegir los colores predominantes en tus prendas o maquillaje y a partir de allí atreverte a mezclar sin miedos.
5. No dejes de usar ningún color
No quiere decir que si tu subtono es frío no puedes usar tonos cálidos o viceversa, al contrario se trata de ubicar la tonalidad de ese color que quieres utilizar que se adapte más a tu subtono de piel. Existe un verde ideal para todos o un azul que se ajusta con la tonalidad perfecta en cada una de nosotras ¡Te lo aseguro!

Si aún no estás muy segura de cuáles son los colores ideales para ti, termina de salir de dudas con Los colores según tu estación.